viernes, 13 de marzo de 2015

The Slap (La Bofetada)

The Slap es una serie australiana que cuenta la historia de una familia a partir de un suceso tan aparentemente irrelevante como una barbacoa en el jardín que de pronto se les va de las manos. ¿Por qué ocurre eso? Porque en la familia hay un niño muy mimado que se pone pestoso y recibe una galleta de un familiar con la mano muy larga, y claro, el pollo que monta la histérica madre del niño es considerable. Y sí, pongo tantos adjetivos porque, aunque en los siguientes episodios te hacen dudar sobre a quién odias más, tengo bien claro que en ambas partes de la contienda hay motivos de sobra para generarte antipatía en cantidades industriales. 


La serie está compuesta por ocho capítulos, cada uno de ellos dedicado a un personaje de los asistentes a la comida familiar en la que sucede la bofetada que da título a la serie. Una forma muy interesante de enfocar el desarrollo de la trama, ya que pone a prueba tu empatía con los que en principio te hacen ver como buenos y malos, desde el que propina la bofetada hasta la madre del niño que la recibe, pasando por unos cuantos familiares que tienen que decidir de qué lado ponerse. El juego empático está en ver hasta qué punto son malas personas los que se ponen de parte del que propina el cachete, y hasta dónde tienen razón los del lado de la irritante madre coraje que monta el cirio. Porque es ella la que monta el cirio y la que hace que la estabilidad y armonía más o menos llevable de la familia salte por los aires.

Pero, ¿quién eres tú para juzgar a un personaje por como reacciona en una situación así? Es decir, el niño no tiene la culpa de que su madre le tenga así de malcriado, ni la madre tiene la culpa de que su marido sea alcohólico, y su marido es alcohólico en parte por lo frustrante que es ver a su mujer seguir dándole el pecho a su niño de cinco años. Y en este bucle de culpas repartidas transcurre la acción, y tú en medio haciendo trizas tus prejuicios a cada rato. No deja de ser un ejemplo, pero creo que es bastante esclarecedor. A veces ese círculo vicioso de culpa es más fácil de solucionar de lo que parece; otras veces hay causas mucho más complejas por debajo y el remedio es peor que la enfermedad.
El hecho de que la familia sea de origen griego también juega un papel importante en la historia, ya que en varios de los dilemas éticos se apunta a la tradición y a las raíces de la propia familia, especialmente en lo relativo a los personajes más mayores. Matrimonios en la cuerda floja, relaciones tormentosas entre adolescentes, la soledad y sus mil formas de manifestarse… Todo ello interpretado magistralmente por un reparto que no cojea por ningún lado, ni en sus personajes mayores, ni en los de mediana edad, ni por supuesto en los más jóvenes, que le acaban dando un extra de credibilidad a la historia muy apreciable. En algunas series o películas se trata de abarcar problemas generacionales y siempre suele haber un bajón en alguna de esas edades, por aquello de querer abarcar mucho y acabar apretando poco, pero aquí no es el caso. 

Igual de destacables me parecen las historias paralelas a la trama principal, a veces endureciendo el tono de la serie y otras demostrando una sencillez y una belleza muy de agradecer. Es una pena no poder desvelar mucho más acerca de la trama, pero no es cuestión de destripar nada, obviamente. Añadimos una magnífica banda sonora, como no podía ser menos, y el resultado es una maravilla a la altura de Redfern Now, la otra serie australiana que conozco y de la que hablé aquí hace un par de meses. En este caso se tratan otros temas, aunque en realidad se hace con la misma cercanía que en aquélla, si acaso jugando un poco más con tus prejuicios, pero desprendiendo la misma autenticidad a la hora de tratar problemas tan cotidianos como complejos, tan aparentemente solucionables como profundos en realidad. Una pena que haya que hacer malabarismos para disfrutar de ella, o tener que comerse unos subtítulos bochornosos para poder verla en castellano.

“¿De parte de quién estás?”, reza un cartel promocional de la serie. ¡Hay que ser cabrón!





Dónde: ABC (Australian Broadcast Corporation)
Cuándo: 2011
Produce: Matchbox Pictures
Basada en el best seller del mismo título de Christos Tsiolkas.
Promo en español: https://www.youtube.com/watch?v=mmpQ11wH6Y4

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