Redfern Now es una serie
australiana que narra historias cotidianas de un barrio humilde de Sydney
llamado Redfern, y cuando digo barrio humilde más bien quiero decir gueto. Da
igual si la situación que viven los aborígenes te resulta lejana, al rato de
empezar la primera historia es muy fácil que ya estés involucrado como si
aquello que se narra fuera algo casi familiar. Siempre bordeando el drama, a
veces incluso el dramón, me he sorprendido a mí mismo disfrutándola tanto, con
lo poco dado que soy al género, sobre todo en lo que a series se refiere. Lo
que sucede aquí es que, una vez que te tiene bien agarrado (dependiendo del
nivel de empatía de cada uno), se agradece muchísimo que no se ensañe contigo,
aunque es probable que el final no sea muy feliz. No se trata de destripar las
historias, sino de saber cuál es el tono de la serie. A ratos me recuerda al
cine social inglés, solo que aquí es una situación tan peculiar y/o local
(ignorante de mí, no conocía la situación de los nativos australianos) como
universal, porque al final los temas no dejan de ser el racismo, el maltrato,
la exclusión social, los prejuicios o el lastre que supone tener un pasado
turbio, por poner algunos ejemplos. Otras veces lo veo como un pueblo de
cualquier lugar del mundo, con su gente entrañable por un lado y la importancia
del qué dirán y la estrechez de mente por otro.
Cada capítulo es una historia
independiente, autoconclusiva si quieres llamarlo así, aunque al situar la
acción en el mismo barrio, hay personajes que aparecen más de una vez con más o
menos protagonismo. Hacía mucho que una serie no conseguía que me derrumbara
con tanta facilidad, sobre todo los seis primeros que conforman la primera
temporada. En tres de ellos caí con todo el equipo y en los demás me emocioné
como un niño, con sonrisa de oreja a oreja incluida en alguno de los casos,
como el del himno nacional (1x04). Los seis de la segunda mantienen el nivel
pero no llegan a conmover de la misma forma, y es curioso porque, como
comentaba antes, en algunos episodios repiten personajes de la primera a los
que ya has cogido cariño, así que en teoría debería ser más fácil llegarte a la
patata, pero no, te dejan buen sabor de boca pero no te estrujan por dentro
como al principio.
También es cierto que es muy
difícil superar el listón de la primera temporada. Una banda sonora
impresionante, con cabecera soul y música de fondo más cercana a la de Friday
Night Lights (compuesta por Explosions in the sky) que a la de una serie al
uso, aunque dependiendo de la historia se va adaptando de una forma
maravillosa. Si la banda sonora no acompaña es muy difícil que yo logre
conmoverme tanto, y aquí tampoco hay fallo en ese sentido. Como tampoco hay
fisuras en el reparto, con mención especial para los papeles femeninos en
general, aunque insisto en que no cojea por ningún lado, pero hay actuaciones
sencillamente memorables. Le doy más mérito si tenemos en cuenta que no hay
ninguno de ellos que nos pueda sonar, lo cual hace que podamos ser más
objetivos si cabe, o con el criterio menos contaminado.
Al margen de algún que otro grupo
de rock de esas zonas, mi conocimiento sobre Australia es más bien limitado. A
veces esa ignorancia es una baza a favor, o por lo menos me gusta pensarlo así
después de ver Redfern Now. No tengo ni idea de cultura australiana. Ni idea de
la situación que vive allí la gente aborígen, aunque pueda asociarlo a lo que
ocurre en otros países como EEUU o México. Lamentablemente, el poco o nulo
respeto que se tiene por los aborígenes de cada país (indios norteamericanos o indígenas
mexicanos, por poner dos ejemplos) es universal y no cuesta demasiado
entenderlo. Pero una cosa es entenderlo y otra es disfrutarlo de la manera en
que esta serie consigue que lo hagas. Para mí, los protagonistas de Redfern son
como vecinos de toda la vida de mi barrio. Bueno, de mi barrio no, que me caen
prácticamente todos mal, pero sí de un barrio humilde con encanto en el que
viví alguna vez.
En definitiva, una gran serie que
recomiendo encarecidamente y a la que también ayuda un cambio de aires entre
tanta superproducción americana y tanta tiquismiquismiquez (toma palabro) de
las series inglesas, siendo fan de ambos estilos también (¡El Séquito es de
HBO!). Redfern Now es otra cosa, y además, insisto, te hace empatizar hasta el
fondo y luego no se ensaña. Te muestra la tremenda mirada del policía con
bigote, el aprendizaje de cada personaje a través de las consecuencias de los
actos propios o ajenos o la complejidad de algunos personajes como en el
episodio de la pareja gay, pero sobre todos ellos siempre gana la esperanza. De
otro modo, al menos yo no habría conseguido verla entera y no estaría aquí
acabando de escribir esta entrada.
Cuándo: 2012-2013
Dónde: ABC 1, Australia
(Producido por Blackfella Films)
Cuánto: 2 temporadas de 6
capítulos, 55 min.
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